miércoles, 12 de marzo de 2014

ACTIVIDADES EN LA NATURALEZA Y NUTRICIÓN

ACTIVIDADES EN LA NATURALEZA

Este segundo trimestre es sobre actividades en la naturaleza y nutrición. Es importante saber que dichas actividades son aquellas que se realizan en contacto con el medio ambiente, el cual  puede ser clasificado atendiendo al grado de intervención humana en medio natural artificial, natural puro y artificial puro.
 

 

El hecho de realizar actividades en la naturaleza es muy beneficioso para nosotros porque hacen que ganemos confianza, fortalezcamos el carácter, favorezcamos la inteligencia práctica y consigamos otros tantos provechos. No obstante, estamos ante un tema complicado porque existe gran variedad de actividades, todas  con una importante planificación base a seguir. 
De manera general, hay una clasificación que las diferencia en fundamentales y complementarias. 
Dentro de las fundamentales, se encuentran la marcha y la acampada, cada una con sus respectivas subdivisiones. La marcha incluye actividades ordinarias, preparatorias o de acontecimiento, de travesía, de ayuda y socorro, de aproximación, culturales y pedagógicas y, a su vez, deportivas. Atendiendo a la movilidad, tienen una duración que no pasa de varios días, un horario diurno/nocturno y una progresión por etapas, radiales, escalonadas o mixtas.            
                                                                                           
Por otro lado, la acampada incluye atendiendo a su finalidad divisiones ordinarias, preparatorias, de recuperación, de protección civil, pedagógicas, de recreo y de emergencia. Al contrario que la marcha, por su modalidad tienen una duración de jornadas, asentamientos temporales o permanentes, medios diversos y un montaje natural o salvaje, artificial o diseñada. 

Dentro de las complementarias, se encuentran actividades como los fuegos y hornillos, las construcciones, primeros auxilios, transmisiones, manipulación... (pertenecientes al subgrupo de  utilidad), música y canciones, coleccionismo, juegos en la naturaleza, idiomas...(pertenecientes al subgrupo de pedagógicas y recreativas), ciencias naturales, geografía y meteorología, ecología y etología... (subgrupo científico), esquí, escalada y espeleología, piragüismo y navegación... (subgrupo deportivo), en el mar, para selvas y bosques, para zonas desérticas... (subgrupo de supervivencia). 

Como he dicho antes, cualquier actividad en la naturaleza debe seguir una planificación base. Antes de ponerla en práctica, es preciso establecer los objetivos, elegir los tipos de actividades a realizar y la zona donde se desarrollarán. Debe tenerse en cuenta la época del año y todo lo referido a los participantes y no se puede descuidar el equipo individual, colectivo y responsable. Tampoco es prescindible el apartado de alimentación, botiquín y formas de socorro, al igual que el de transporte y disposiciones legales.                     Una vez que ya nos hemos sumergido en la actividad, los consejos son totalmente necesarios, ya sean para el responsable o el participante. Finalmente, tras el cese de ésta, se puede analizar los resultados, anotar lo interesante e incluso realizar una ficha-memoria. 
La escalada en roca es un deporte que comenzó cuando las personas quisieron desafiar la ley de la gravedad. Con el objetivo de hacer más cómodo y seguro este deporte, hemos ido inventando complementos como calzados que aseguran mayor adherencia y libertad de movimientos o apoyos sólidos, seguros y fáciles de usar como son los empotradores. 



Sin embargo, en el momento de elegir dicha diversidad de materiales es muy importante guiarnos siempre por la calidad porque de ella depende nuestra seguridad. Por ejemplo, nuestra cuerda debe reunir las mejores condiciones de resistencia y elasticidad, resultando más rentable para nosotros el que sean de fibras sintéticas (siempre dependiendo de la situación económica de cada uno). Por otro lado, ya se ha dicho lo beneficioso que sería el contar con un tipo de calzado adecuado como es el pie de gato y clavijas, empotradores, mosquetones... Entre las piezas imprescindibles cabe añadir el budrier o arnés de encordamiento y seguridad. Lógicamente tan imprescindible es el tener estos materiales como garantizar su cuidado. 

LA NUTRICIÓN 

La alimentación está totalmente ligada con el deporte porque de ella depende la eficacia que en éste se pueda llegar a alcanzar. No obstante, contar con los alimentos supone contar con todos los nutrientes que los componen. Entre ellos se encuentran los principios inmediatos (hidratos de carbono, grasas, proteínas), aunque también el agua, las vitaminas y las sales minerales. Aún así podemos establecer otra clasificación de esos nutrientes basándonos en la función que emprenden: nutrientes energéticos (hidratos de carbono, grasas y proteínas), constructores (proteínas) y protectores (proteínas y sales minarales).

Los hidratos de carbono, vulgarmente conocidos como azúcares, son sustancias químicas formadas por oxígeno, carbono e hidrógeno. Constituyen el primer substrato energético  usado pero no por eso debemos abusar de su consumo porque nuestro organismo libera una sustancia, la insulina que, por compensar los excesos de glucosa, pueden ocasionar alteraciones en esos niveles.
 
Las grasas o lípidos son compuestos de hidrógeno, oxígeno y carbono. Los ácidos grasos pueden ser saturados e insaturados. Lo mejor para el organismo serían los segundos porque no proceden de fuentes animales como lo hacen los primarios, sino de vegetales y del pescado. Aún así, ambos tipos son fuentes de energía. Además, regulan la  temperatura corporal, aportan vitaminas (no se ouede prescindir de ellas). Quizás lo negativo sea que su uso en el organismo es bastante tardío.                        
 
                    Típicos alimentos con grasas saturadas    

         

                      Alimentos  con grasas insaturadas                                 

Las proteínas son los únicos nutrientes que tienen nitrógeno en cantidad considerable. Se componen de aminoácidos (22 diferentes), de los cuales, la mayoría se tienen que suministrar con la alimentación. No tienen un porcentaje elevado en la energía total necesaria para mantener la actividad diaria pero atienden funciones muy beneficiosas para el organismo (forman tejidos y protegen). En general, se acepta que la cantidad máxima de proteínas diarias tomadas por la dieta de una persona sedentaria no debe superar la mitad de su peso.

El agua constituye aoriximadamente el 60% del peso del cuerpo y es un alimento muy esencial porque colabora en el metabolismo de los principios inmediatos, en el transporte de elementos residuales y en la termorregulación del cuerpo humano. Lo más conveniente es su consumo periódico (3L de agua diarios)

Por otro lado, las vitaminas tienen el papel de sustancias necesarias para la reacciones químicas base de la nutrición. Como nosotros no las producimos, tenemos que incorporarlas del exterior con la alimentación. Tienen una importante función protectora y, al contrario de lo que puede creerse, una adición de vitaminas no mejora el rendimiento físico.

Los minerales más comunes son el sodio (solo cuando las pérdidas de agua son elevadas debería de aportarse una cantidad suplementaria), el potasio (sus reservas pueden ser insuficientes cuando se hace ejercicio en lugares de climas cálidos), el calcio (sí que puede verse en defecto cuando se realiza una actividad física elevada) y, como último de esta lista, se encuentra el hierro (es perdido en mayor cantidad por las personas que practican  alguna actividad física debido a sus elevados niveles de hemoglobina en sangre).
 

Una vez visto dichos tipos de nutrientes, es indudable  que todos son esenciales y que, por tanto, no puede faltar ninguna en nuestra dieta. Con el objetivo de que dicha dieta sea equilibrada, tenemos que fijarnos si están presentes todos los nutrientes en cantidades suficientes, si se asegura llevar a cabo la vida diaria y si el almacén de calorías en forma de tejido adiposo no es muy grande. La importancia de esto radica en que el organismo necesita energía para cualquier actividad, ya sea para realizar el metabolismo basal, la vida diaria normal o vinculada al ejercicio físico. Dicha energía se consigue gracias a la metabolización de los principios inmediatos y debe de guardar un equilibrio con la consumida por nuestro organismo. 

 

Esto no significa que por ello debamos obsesionarnos con este tema. Las obsesiones no llevan a nada bueno y como ejemplo de ello están  las enfermedades surigidas por alteraciones de tipo alimentario: anorexia (carencia total de apetito y de ánimo de comer debido a enfermedades, obstáculos en el rendimientos escolar, exigencias propias por alcanzar un nivel académico, problemas afectivos...) la bulimia (enfermedad por la cual una persona come sin hambre) y la obesidad (el hecho de tener un exceso de peso surgido fundamentalmente por  una alimentación inadecuada).



 Estos problemas podrían ser solucionados si se lleva a cabo una alimentación equilibrada en la que se evite el consumo excesivo de carne (sobre todo si es roja),  de derivados cárnicos y lácteos. Lo mejor sería evitar los alimentos fritos, el alcohol y las bebidas altamente azucaradas y, por supuesto, muy saludable sería aumentar el consumo de frutas, verduras y alimentos ricos en fibra, entre otras medidas.
Por último, es necasario tener claro los conceptos de caloría y metabolismo. La caloría es la unidad básica de energía definida como la cantidad de calor necesario para elevar un grado centígrado la temperatura de un kilogramo de agua. Por otro lado, el metabolismo (basal y de actividad) es un conjunto de reacciones químicas por las que se obtienen las calorías. 



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